miércoles, 21 de noviembre de 2012

Reglas de acentuación

Reglas de Acentuación


Agudas:
En la pronunciación, las palabras agudas son aquellas que tienen la mayor intensidad de voz (sílaba tónica o acento prosódico) en la última sílaba.
Observa las siguientes palabras: descargó, desayunar.
En la escritura, las palabras agudas llevan tilde (acento ortográfico) cuando terminan en vocal, n o s.
Fíjate, por ejemplo, en las siguientes palabras: ocurrió, mención.
Llanas:
En la pronunciación, las palabras llanas son aquellas que tienen la mayor intensidad de voz (sílaba tónica) en lapenúltima sílaba.
Observa estas palabras: fantasma, mármol.
En la escritura, las palabras llanas llevan tilde cuando terminan en una consonante que no sea n ni s.
Observa estas palabras de la lectura: inmóvil, mártir.
Esdrújulas y sobreesdrújulas:
En la pronunciación, las palabras esdrújulas son aquellas que tienen la mayor intensidad de voz en laantepenúltima sílaba; y las sobresdrújulas, en la anterior a la antepenúltima.
En la escritura, todas las palabras esdrújulas y sobresdrújulas llevan tilde.
Observa las siguientes palabras esdrújulas: metálico, fósforo, pálida.
Fíjate, también, en estos ejemplos de palabras sobresdrújulas: cómpraselo, págaselo.
Casos Especiales De La Acentuación
Cuando, según las regalas generales de la acentuación ortográfica, el diptongo y el triptongo deben llevar tilde, ésta se coloca sobre la vocal abierta.
Observa estos ejemplos: traición, equivocáis, haréis.
Dos vocales abiertas juntas (a, e, o) están en hiato, es decir, no forman diptongo, y siguen las reglas generales de la acentuación ortográfica. Por ejemplo: caótico, aéreo.
También existe el hiato y no diptongo cuando las vocales cerradas (i, u) que acompañan a otra abierta sontónicas y llevan tilde. Observa éstos ejemplos de la lectura: había, batería, rendíos.
El grupo ui lleva tilde en la segunda vocal cuando lo exigen las reglas generales de la acentuación ortográfica. Ejemplos: jesuítico (pero jesuita).
Cuando dos palabras se unen para formar otra compuesta, la primera, si lleva tilde, la pierde y la segunda la mantiene si ya la tenía. Fíjate en estos ejemplos: decimoséptimo, santabárbara.
Las compuestos formados por palabras separadas por un guión conservan la tilde si la llevaban cuando eran palabras simples. Por ejemplo: físico-químico.
Los adverbios acabados en -mente conservan la tilde si los adjetivos de los cuales proceden la llevan. Observa estos ejemplos de la lectura: inútilmente, seguidamente.
Las formas verbales con pronombres enclíticos llevan tilde o no de acuerdo con las normas generales de acentuación. Ejemplos: levándose, empujándose, obsérvalo.



La B y la V

Detrás de m se escribe siempre b. Observa estas palabras: sombrío, temblando, asombroso.
Detrás de n se escribe v. Por ejemplo: enviar, invento.
Detrás de d y de b también se escribe v. Por ejemplo: advertencia, subvención.
Se escriben con b las palabras que empiezan con las sílabas bu-, bur- y bus-.
Por ejemplo: bujía, burbuja, busqué.
Se escribe b a continuación de la sílaba al- de inicio de palabra. Por ejemplo: albanés, albergar.
Excepciones: Álvaro, alvéolo.
Las palabras que empiezan por di- se escriben con v. Por ejemplo: divertir, división.
Excepciones: dibujo y sus derivados.
Las palabras que terminan en -bundo o -bunda y -bilidad se esacriben con b.
Por ejemplo: vagabundo, nauseabundo, amabilidad, sociabilidad.
Excepciones: movilidad y civilidad.
Se escriben con v los adjetivos que terminan en -ava, -ave, -avo, -eva, -eve, -evo, -iva, -ivo.
Por ejemplo: octava, grave, bravo, nueva, leve, longevo, cautiva, primitivo.
Se escriben con b las terminaciones del pretérito imperfecto de indicativo de los verbos de la primera
conjugación y también el pretérito imperfecto de indicativo del verbo ir. Observa estas formas
verbales de la lectura: desplazaban, iba, faltaba, estaba, llegaba, miraba, observaban, levantaba, etc.
Se escribe con b los verbos acabados en -buir y en -bir. Por ejemplo: contribuir, imbuir, subir, recibir,
etc.
Excepciones: hervir, servir y vivir, y sus derivados.
Se escriben con b, en todos sus tiempos, los verbos deber, beber, caber, haber y saber.
Se escriben con v el presente de indicativo, subjuntivo e imperativo del verbo ir, así como el pretérito
perfecto simple y el pretérito imperfecto de subjuntivo de los verbos tener, estar, andar y sus
derivados. Por ejemplo: estuviera o estuviese.
Se escriben con b o con v los compuestos y derivados de las palabras que llevan estas letras.
Por ejemplo: altibajo (proviene de alto+bajo), navegación (proviene de nave).







Los Signos De Puntuación

La Coma (,):

El nombre en vocativo llevará una coma detrás de sí cuando estuviere al principio de lo que se diga, y en otros casos la llevará antes y después; p. ej.: ¡Cielos, valedme!; Julián, óyeme; Repito, Julián, que oigas lo que te digo. 
Siempre que en lo escrito se empleen dos o más partes de la oración consecutivas y de una misma clase, se separarán con una coma para que al leerlas haya de hacerse una leve pausa que separe su sentido, a excepción de los casos en que mediare alguna de las conjunciones y, ni, o; como Juan, Pedro y Antonio; sabio, prudente y cortés; vine, vi y vencí; NI el joven NI el viejo; bueno, malo o mediano. 
Divídanse con ella los varios miembros de una cláusula independientes entre sí, vayan o no precedidos de conjunción: Todos mataban, todos se compadecían, ninguno sabía detenerse; Al apuntar el alba cantan las aves, y el campo se alegra, y el ambiente cobra movimiento y frescura. 
Cuando una oración se interrumpe, ya para citar o indicar el sujeto o la obra de donde se ha tomado, ya porque se inserta como de paso otra que aclara o amplía lo que se está diciendo, tales palabras, que suspenden momentáneamente el relato principal, se encierran entre dos comas; v. gr.: La verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y autoridades; Los vientos del sur, que en aquellas abrasadas regiones son muy frecuentes, ponen en grave conflicto a los viajeros. 
Por igual motivo suelen ir precedidas y seguidas de coma las expresiones esto es, es decir, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante y otras parecidas: La enfermedad parece grave, es decir, más grave de lo que esperábamos: Tales incidentes, sin embargo, no se repitieron por entonces. 
Cuando se invierte el orden regular de las oraciones de la cláusula, adelantando lo que había de ir después, debe poner-se una coma al fin de la parte que se anticipa; v. gr.: Donde interviene conocerse las personas, tengo para mí, aunque simple y pecador, que no hay encantamento alguno. Como el orden regular de este ejemplo de Cervantes, Quijote, I, 37, seria: No hay encantamento alguno donde interviene conocerse las personas, importa para la claridad que se haga una breve pausa en personas, la cual se indica con la coma. Pero es de advertir que en las transposiciones cortas y muy perceptibles no se ha de poner esta señal.

Punto (.):

Se pone punto cuando el período forma sentido completo, en términos de poderse pasar a otro nuevo sin quedar pendiente la comprensión de aquel. Es la mayor pausa sintáctica que la ortografía señala. En la lectura, la duración de la pausa indicada por el punto puede variar más o menos, según el sentido y la interpretación del lector; pero en todo caso, es mayor que la que señalan la coma y el punto y coma. 

En la escritura, se le llama punto y seguido (o punto seguido), cuando el texto continúa inmediatamente después del punto en el mismo renglón, o en el siguiente sin blanco inicial; y punto y aparte (o punto aparte), cuando termina párrafo, y el texto continúa en otro renglón más entrado o más saliente que los demás de la plana. Por último, punto final es el que acaba un escrito o una división importante del texto (parte, capítulo, etc.). 
Resta advertir que en toda clase de escritos suelen hacerse después del punto final ciertas separaciones o divisiones llamadas párrafos, cada una de las cuales ha de empezar en renglón distinto de aquel en que acabe el anterior, y más adentro que las otras líneas de la plana. Deben principalmente usarse tales divisiones cuando se va a pasar a diverso asunto, o bien a considerar el mismo desde otro aspecto.
Los Puntos Suspensivos (...):
Cuando conviene al escritor dejar la oración incompleta y el sentido suspenso, lo denota con los puntos suspensivos; v. gr.: Él concitó la plebe contra los patricios; él acaudilló y juramentó a los mozos más corrompidos y perversos de la República para subvertidla con su auxilio; él sobornó con oro y con promesas... Pero ¿a qué repetir lo que a todos es notorio? 
Si en una cláusula de completo sentido gramatical se necesita pararse un poco, expresando temor o duda, o para sorprender al lector con lo inesperado de la salida, se indicará la pausa con puntos suspensivos; v. gr.: ¿Le diré que ha muerto su padre?... No tengo valor para tanto; Se citó a junta, distribuyeron sé centenares de esquelas, y llegamos a reunirnos... cuatro personas. 
También se usan dichos puntos cuando se copia algún texto o autoridad los cuales no hace al caso insertar íntegros, indicando así lo que se omite.

Interrogación y Admiración (¿? ¡!):

Los signos de interrogación y de admiración se ponen al principio y al fin de la oración que deba llevarlos: ¿Dónde estás?; ¿A qué vienes?; ¿Te veré mañana?; ¡Qué asombro!; ¡Ay de mí! 
Si las oraciones con interrogación o admiración son varias, breves y seguidas, no hay necesidad de que, exceptuada la primera, empiecen con mayúscula: ¿Dónde has estado?, ¿qué has hecho en tantos días?, ¿como no te pusiste en camino, así que recibiste mi carta?; ¡Cuánto engaño!, ¡cuánta perfidia!, ¡qué imprudencia! 
Cuando lo escrito después de la interrogación o la admiración fuere complemento de la pregunta o de la frase admirativa, no comenzará con letra mayúscula: ¿Digo yo que no tengas razón?, contestó Blas a Diego; ¡A las armas!, gritaron todos. 
El signo de principio de interrogación o admiración se ha de colocar donde empieza la pregunta o el sentido admirativo, aunque allí no comience el período; v. gr.: Privado del racional discurso, ¿que es el hombre sino una criatura desvalida, inferior a los brutos? Y si la caprichosa fortuna lo encumbra en alto puesto, ¡cuántas lágrimas y ruina y sangre le cercarán en torno! 
El signo de principio de interrogación o admiración refleja el movimiento de la entonación en las frases de este tipo, da claridad a la escritura, y no debe suprimirse por imitar, con mal acuerdo, la ortografía de lenguas extranjeras, que solo usa el signo final.
Hay cláusulas que son al par interrogativas y admirativas, y en ellas podrá ponerse nota de admiración al principio y de interrogación al fin, o viceversa: ¡Que esté negado al hombre saber cuándo será la hora de su muerte? ¿Qué persecución es esta, Dios mío!

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